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Este
librillo muestra un interesantísimo ensayo escrito por el filósofo francés
Alain de Benoist, quien infelizmente es pagano y tiene muy erróneos puntos de
vista acerca de lo que es realmente el cristianismo, ya que según él, el
cristianismo es una especie de “proto-comunismo”, cuando tal afirmación está
muy alejada de la realidad; sin embargo, Alain de Benoist acierta de forma
excelente y da muy buenos puntos de vista, acerca de los orígenes y desarrollo
de la civilización céltica y el mismísimo Imperio Céltico, de tiempos míticos y
antiguos, que fue el predecesor del actual Soberano Imperio Romano Oriental y
Apostólico de la Confederación de Estados Libres Teocráticos Independientes y
Colonizados de la Gran Gonellasia, más conocido como Imperio
Céltico-Gonelliense, Imperio Céltico, Estado Imperial de CELTIC, o simplemente,
CELTIC.
Muchas
personas se empantanan creyendo que CELTIC es una mera micronación
simulacionista o hobby sin sentido, desconociendo la profundidad histórica del
renacimiento céltico. El Estado Imperial Céltico actual, es una micronación
inspirada no sólo en el Sacro Imperio Romano Germánico, sino también en la
Monarquía Hispánica Universal (vulgarmente conocida como “Imperio Español”), y
en el antiquísimo Imperio Céltico original, de épocas anteriores a Nuestro
Señor Jesucristo.
Dicho
Imperio, fue el origen más antiguo del actual CELTIC, y además, el germen de
toda la civilización europea, junto con la Antigua Grecia y la Antigua Roma; el
origen de la Civilización Cristiana-Occidental-Aria. Todo comenzó con CELTIC y
todo se purificará con CELTIC.
De
hecho, el mal llamado “saludo romano”—actualmente usado en CELTIC—surgió en el
antiguo Imperio Céltico, y los romanos, simplemente tomaron el saludo
celtíbero, como propio, porque quedaron impresionados por la rectitud e
imponencia de aquel saludo de paz y compañerismo entre guerreros. Actualmente,
ese saludo “romano”—que es en realidad el saludo céltico—es usado con total
propiedad por los ciudadanos célticos, puesto que CELTIC es una micronación que
es una reconstrucción y restauración del antiguo Imperio Céltico; los célticos
somos los verdaderos herederos culturales de ese antiquísimo Imperio, y por
ende, reivindicamos ese saludo como propio, y afirmamos que somos quienes más
podemos usarlo con propiedad: ¡ese saludo es nuestro, el saludo céltico! Y no
es “saludo nazi”, como afirman los ignorantes de la Izquierda, ya que ese
saludo fue usado por nuestros antepasados, muchísimos siglos antes, que los
nacionalsocialistas alemanes se les ocurrieran plagiarnos. Además, ellos no lo
usan del todo con propiedad, ya que son socialistas, y nuestros antepasados
verdaderos, jamás consentirían el igualitarismo socialista, sino el capitalismo
y la jerarquía; los fascistas auténticos en cambio, sí tienen derecho a usar
ese saludo con propiedad, ya que son los herederos del Imperio Romano, el cual
también los célticos defendemos, en su versión cristiana.
Por
eso, aclaramos ad ovum, que discordamos con los desvíos anticristianos
del señor Benoist; él se equivoca profundamente en su paganismo absurdo, ya que
antepone el simbolismo pagano, antes que la fe verdadera, en el Dios Uno y
Trino. De hecho, según él mismo explica, los célticos ya habían adelantado el
monoteísmo, puesto que todavía tenían el recuerdo del Diluvio universal, y de
la civilización antediluviana (la pangeana: atlántica, lemúrica, hiperbórea,
etcétera). El Imperio Céltico, fue el origen más impresionante de las culturas
europeas; ellos eran los pueblos protoindoeuropeos, que provinieron del este y
llegaron a abarcar desde el Cáucaso hasta las islas Británicas, pasando por el
centro de Europa, el norte de Francia y España. Los célticos, inventaron la
cruz céltica, nuestra cruz, que es símbolo del cristianismo primitivo—por
ejemplo, cuando San Patricio expulsó a los duendes malignos de Irlanda—y
también de nuestra madre Europa, cristiana, blanca y pura.
La
cruz céltica es el máximo símbolo que nos representa a los célticos; y el
antiguo paganismo céltico, fue sustituida luego, por el cristianismo céltico,
que es en realidad ni más ni menos, que el cristianismo primitivo u original.
Cristo fundó la Iglesia Católica, la de los Apóstoles, la de los Padres, la
nicena, la romana, la auténtica, la verdadera; y más allá de que a principios
del siglo XX, el Vaticano terminó traicionando a la Iglesia de Cristo, nosotros
los célticos, seguimos fielmente a la Iglesia Católica original y de siempre,
sin dejarnos llevar por mentiras paganas judaizantes. El único paganismo
respetable es únicamente aquel que es meramente simbólico, es decir, que sirve
para representar a las fuerzas de la naturaleza, creada por Dios; o un
cripto-paganismo que, además, está representado con la Virgen María y los
santos y ángeles del cristianismo, y que nada que ver tiene con el paganismo
progresista, sino que es una especie de “paganismo católico”, que se contrapone
al protestantismo judaizante, el cual desprecia a la Virgen María y a los
santos, burlándose de la Biblia, que es la Palabra de Dios.
Nosotros
los católicos célticos, los verdaderos católicos, simplemente nos limitamos a
seguir fielmente la Santa Biblia y la Santa Tradición (el Magisterio) de la
Santa Madre Iglesia, desde el siglo I, hasta la actualidad. Nosotros no somos
más que una continuidad histórica y coherente, desde el cristianismo del siglo
I, hasta nuestros días; y a su vez, una continuidad, del paganismo solar
proto-cristiano céltico y grecorromano, que se terminó convirtiendo en
cristianismo primitivo. CELTIC es la coherencia máxima, plasmada en todos sus
fundamentos; CELTIC comenzó hace miles de años, como veremos en este ensayo, y
estará con el mundo hasta el fin de los tiempos.
Adolfo
Etebaldo Vladímir Telivonov von Shubert, el Editor Encargado General.
Celtícpolis,
martes 17 de diciembre de 2019 ADAT.